domingo, 30 de junio de 2013

Un extraño suceso.

Cuando una empresa no es dirigida por sus dueños ocurre que ocupan su lugar personas delegadas en quienes los dueños o accionistas confían la marcha del negocio. Pocas son las grandes empresas o transnacionales que tengan a sus máximos accionistas dirigiendo las mismas. Ha nacido así una nueva casta en el sistema de clases sociales, la de los ejecutivos. Personajes que no arriesgan nada y que en caso de despido son profusamente compensados económicamente. Premiando así su incompetencia, mala gestión o  cuando no, apropiación indebida de fondos. Ejecutivos con inmenso poder dirigen hoy el mundo.

Desde que trabajo al servicio de transnacionales nunca había visto tantos cambios ni tan continuos de ejecutivos, como los que vengo observando en Alstom. Tampoco tanta burocracia.

Esta semana pasada hemos vivido un episodio algo esperpéntico que ha dejado en evidencia tanto a la cúpula ejecutiva de Alstom Renovables (fábrica de Galindo) como a sus superiores, quienes quieran que sean. En la maraña burocrática y ejecutiva de Alstom, a saber quién toma las decisiones.

A principios de semana el responsable de Recursos Humanos de Galindo por medio de una nota, convocaba al Comité de Empresa para dos reuniones. La primera para el viernes 28 de junio con el fin de dar “inicio del proceso de información de la venta de Ring Motors”. La segunda para el lunes 1 de julio para presentar el “Plan Industrial de Hydro”.

Reunido el viernes el Comité en pleno con las dos personas que representan a Alstom Renovables en Galindo; estos les dicen que nada de lo previsto se puede iniciar ya que no pueden informar de nada debido a que aún  no se ha firmado el “preacuerdo” entre Alstom y ABB.

Se repite así un episodio ya vivido en un proceso de demora de información que dura ya seis meses, desde que se conocieran las negociaciones entre ABB y Alstom que supondría la división en dos de la actual plantilla de Galindo.

El Comité de Empresa, ninguneado, ha respondido con un comunicado en el que manifiesta haber sido engañado y denuncia la falta de respeto de los ejecutivos hacia la plantilla de Galindo. Anunciando que el lunes (mañana) se reunirán en sesión permanente para adoptar acciones.
A la vez es el propio Comité quién difunde una nota con el membrete de Alstom Renewable Power con firma de “La Dirección” y sin sello alguno, en el que “La Dirección” informa a los empleados que mientras no haya preacuerdo firmado entre las dos partes están sometidas las negociaciones a absoluta confidencialidad y que por tanto no se puede iniciar el período de información y consultas.

Uno duda ya de si “las partes” conocen el idioma o el significado de ciertas palabras. El pasado 4 de junio el Comité informaba que “La Dirección”, en este caso el responsable de Recursos Humanos único representante en la reunión, les había manifestado que “no se va a producir ningún despido, ni reestructuración, ni reubicación de trabajadores, pues no es ningún expediente”. ¿Entonces a santo de qué, vienen esos legalismos aplicados en caso de EREs.?.

Alstom o algunos de sus ejecutivos están ganando tiempo siguiendo una estrategia que no augura resultados buenos para los trabajadores. La falta de claridad y sobre todo el no dar la cara para explicar el momento que vive la factoría, con toda la plantilla cuando menos incómoda por la situación y por la falta de perspectivas para el futuro más próximo, han llevado a que “La Dirección” haya perdido toda credibilidad. En esta situación y aunque las fechas no sean las más propicias, a los trabajadores de Alstom Galindo nos toca tomar iniciativas.

Y vuelvo a la carga con lo manifestado en entradas anteriores de este blog. El Comité no puede erigirse en el elemento protagonista de la acción, ha llegado el momento de que el conjunto de la plantilla, personal de oficina, taller y mandos intermedios de Galindo, tomemos en nuestras manos nuestro destino. El Comité de Empresa, los sindicatos, deben convocar a toda la plantilla a una asamblea, para, entre todos, adoptar las medidas  necesarias para romper la estrategia de la Empresa de dilación de la información que por otra parte lleva a la parálisis productiva. No bastará con paros simbólicos, habrá que tomar una medida contundente. Si no, a esperar a septiembre  a verlas venir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario