domingo, 23 de junio de 2013

Despropósitos sindicales o al punto de entrar el verano sigue lloviendo.

Esta semana pasada los trabajadores del sector metalúrgico hemos vivido una situación insólita, única, en los años que llevo trabajando.
El despropósito sindical ha sido absoluto. Todos los sindicatos, todos, han esperado a los últimos días de plazo que concede la última reforma laboral para intentar forzar un acuerdo de convenios provinciales y de empresas. En algunos casos llevan años con las negociaciones bloqueadas y en medio de una gran división sindical.
Las convocatorias de huelgas se suceden desde diversas organizaciones sindicales, con variados reagrupamientos ocasionales pero manteniendo siempre la división. Así mientras unos convocan unos días, otros convocan días diferentes y por distintos objetivos.

Convocatorias hechas desde las cúpulas sindicales sin tener en cuenta a los trabajadores y afiliados de base. Sin tener en cuenta la realidad de las empresas. Sin tener en cuenta que hay seis millones de parados y otros cuantos millones de trabajadores con trabajos en precario. Sin llevar a cabo ningún trabajo de reagrupamiento de fuerzas en los centros de trabajo. Limitándose a llamamientos con carteles y soflamas genéricas editados desde las centrales o mediante ruedas de prensa.

Así se ha llamado al paro de 24 horas por un Convenio Provincial del Metal, del que los trabajadores con convenios de empresa desconocemos incluso que es lo que se reivindica y quienes constituyen la mesa negociadora. Las mismas organizaciones que boicotean los llamamientos a la huelga general contra la Reforma Laboral de Zapatero y Rajoy, llaman al paro general del sector de metal para evitar que se aplique la Reforma en lo concerniente a la negociación de convenios. El sindicato mayoritario ELA convoca por separado y por lo mismo en distintos días apenas unas semanas después del fracaso de su convocatoria junto con LAB y otros, de un paro general de  24 horas.

Son llamamientos en falso, para lavar la imagen de una incompetencia absoluta por parte de las direcciones de los sindicatos mayoritarios CCOO, UGT, ELA y LAB. Los minoritarios apenas cuentan, corren detrás de los citados habiendo perdido incluso su espíritu crítico y  rebelde.

Y sin esa rebeldía y crítica del sistema es imposible enderezar el rumbo que llevamos hacia el desastre más absoluto.
No sé cual ha sido el balance real del paro del sector del Metal, convocado un viernes para añadir el incentivo de un fin de semana largo, solo lo que he vivido en la empresa donde trabajo. En esta ocasión creo que la realidad está más cerca de los datos aportados por las patronales que por las centrales sindicales.

En Alstom Renovables fábrica de Galindo, considero a ojo sin datos objetivos, que la huelga del metal la secundó un tercio de la plantilla, trabajadores afiliados a los sindicatos convocantes el resto desoyó el llamamiento. Y no es extraño que haya sido así viendo el comportamiento de los sindicatos en la fábrica.

En entradas anteriores he ido relatando la situación que vivimos los trabajadores de Alstom de diferentes centros de España. En Galindo aún estamos a la espera de notificaciones sobre la supuesta y más que posible división de la plantilla en dos y sus consecuencias. Digo supuesta porque no sabemos en qué consiste y cuál es el alcance de las negociaciones entre Alstom y ABB.

Al comenzar el plazo de negociación de los ERES de Alstom Wind. En Galindo cesaron las movilizaciones impulsadas desde el Comité de Empresa por CCOO.

El comunicado del Comité tras la reunión mantenida entre el Presidente de Alstom España y el presidente y secretario del Comité de Empresa, 16 de mayo de 2013, decía:
-     Carole Le Couedic (Directora de Alstom Renovables Europa) y Martín Courtemanche (Director de Small and Medium), se reunirán a partir de este lunes 20 para revisar el Pal industrial.
-     El objetivo es presentarnos el Plan Industrial antes de finales de julio.
-     No hay ninguna relación directa entre Wind e Hydro a pesar de ser ambos Renovables. Somos centros independientes y como tales no nos afectan los EREs de los centros de Wind.
-     Nuevamente nos han transmitido su seguridad de que se cuenta con la planta de Galindo para seguir realizando nuestra actividad (sin Ring Motors), y que nuestra imagen en la al alta Dirección de Alstom es muy buena.
El 28 de mayo en un Comunicado Interno,Alstom notifica la “Presentación de los Expedientes de Regulación de Empleo en Wind”. 356 despidos y expediente de Regulación Temporal de Empleo en el centro de Buñuel (Navarra).

El 29 de mayo el Comité de Empresa de Galindo notifica:
- La Dirección informa que el viernes 31 de mayo se prevé llegar a un preacuerdo Alstom-ABB. De producirse dicho preacuerdo, se iniciará el período de información y consultas, la semana siguiente.
- Este período de información y consultas constará de varias reuniones en la que se entregará la información pertinente, entre ello, el plan industrial de Alstom y el de ABB.
Y finalmente el 4 de junio el Comité emite nuevo comunicado:
- No se ha efectuado el preacuerdo entre Alstom y ABB previsto para el viernes 31 de mayo.
- El Plan Industrial está hecho y con el visto bueno de la alta Dirección de Alstom Europa y será entregado a la firma del preacuerdo al Comité según marca la Ley.
 - Siguen confirmando que no se va a producir ningún despido, ni reestructuración (sic), ni reubicación de trabajadores (sic), pues no es ningún expediente (sic).

He sido incapaz de darle algún tipo de coherencia, con relación a la división Alstom –ABB, al último párrafo del comunicado. Así que lo dejo a la deducción del lector.

El Comité de Empresa de Alstom Renovables fábrica de Galindo los componen 4 representantes de CCOO, 3 de la Plataforma de Independiente (todos del sector de oficinas), 3 de ELA, 2 de ESK y 1 de UGT. Además suelen estar también representados 1 delegado sindical por CCOO, ELA y UGT. Es decir que ningún sindicato tiene una mayoría. El presidente es de CCOO y el secretario de PI. Si hasta ahora CCOO impone su línea es porque cuenta con apoyos bien de unos bien de otros, cuando no de todos.

La característica principal de la acción sindical de Alstom Galindo es que el Comité, ahora y en períodos anteriores, es contrario a la convocatoria de asambleas del conjunto de trabajadores. Las decisiones las toman ellos y al resto de trabajadores nos dan la opción de secundarles o no, pero rehúyen de todo tipo de relación directa y de debate conjunto de toda la plantilla para decidir sobre el futuro. De esta manera tan democrática se firmaron los últimos Convenios de Empresa.
Últimamente un nuevo filtro se ha interpuesto, la dirección de Galindo transmite las novedades al presidente y secretario del Comité y este al resto del Comité. Además también existen relaciones directas con los responsables de CCOO y ELA que hayan transcendido entre los trabajadores.

Las nuevas generaciones de trabajadores consideran normal este tipo de sindicalismo porque para la mayoría el sindicato es algo equivalente al seguro de vivienda o del coche. Una cuota que hay que pagar para estar asegurado de riesgos laborales como sanciones o despidos. En Alstom Galindo hay una ruptura generacional de 20 años entre los veteranos con más de 40 años de cotizaciones y el resto la mayoría reincorporados a través del Contrato Relevo desde el año 2000. De 300 trabajadores más o menos, 27 superan los 55 años el resto de la plantilla es más joven aunque se hayan incorporado a la fábrica con edades que superan con mucho los veinte años.

Cuando el sindicato les llama a parar lo hacen sin cuestionar nada, solo les frena un poco las pérdidas económicas que supone cada paro. Por otra parte el sindicato ya no cumple la función de fomentar lo que se llamaba “conciencia de clase” se limita a ganarse afiliados y a comunicárselo a la empresa para que descuenten las cuota sindical de la nómina. Luego dicen que la Ley de Transparencia no debe meterse en sus cuentas; cuando son los empresarios los que gestionan el cobro de sus cuotas y saben de sobra cual es el potencial económico de su afiliación. Lo que no quieren que se sepa es el origen del resto de su tesorería.

En la convocatoria de paro del Metal, ellos lo llaman huelga, CCOO, ESK y ELA se limitaron a colocar algunos carteles y panfletos en los tablones de anuncios. La llamada Ejecutiva de la sección sindical de CCOO se reunió y por votación de sus miembros decidieron no sumarse al paro. Posteriormente los favorables a seguir la directriz de la central hicieron campaña boca a boca entre los afiliados para conseguir apoyos. De tal forma que unidos a otros miembros del Comité favorables a la misma, consiguieron in-extremis una reunión del Comité el cual sacó una nota, al término del relevo de maña del día anterior al paro, en la cual se “invitaba” a los trabajadores a secundar las movilizaciones y la manifestación de Bilbao. No consiguieron parar la fábrica como ya he manifestado anteriormente.

Cada día está más claro que la única preocupación real de los burócratas que ocupan responsabilidades es la supervivencia del propio sindicato. El sindicato como fin en sí mismo, no como organización de los trabajadores para conseguir mejoras en sus condiciones de vida y laborales.

La crisis económica y política ha puesto al descubierto la debilidad de los sindicatos. Debilidad programática e ideológica sobre todo. No presentan alternativas, ni siquiera de lucha coherente, sólo exigencias cada día más abstractas para acabar aceptando lo que la realidad impone e incluso por debajo de lo posible.

Los sindicatos, comidos por la corrupción, hacen llamamientos al aire, vacíos de contenido con el único fin de presentarse ante sus afiliados como que están haciendo algo por ellos cuando no dan un solo paso en positivo en esa dirección.

He escrito anteriormente “lo que la realidad impone” pero esto necesita de una explicación. La “realidad” es el resultado de una correlación de fuerzas. Y esa correlación de fuerzas se inclina en una u otra dirección en función de los actos que realizan dichas fuerzas.


Que hacer, escribió Lenin. ¿Qué estamos haciendo, pregunto yo?.

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